Exclusión e inclusión en la iducación superior: el caso de las universidades interculturales En México

Al igual que en la mayoría de los países latinoamericanos, el acceso a la educación superior en México es todavía un privilegio. En la actualidad, sólo uno de cada cuatro jóvenes entre 19 y 23 años está inscrito en alguna institución de educación superior (IES). Esta proporción es aún menor al nivel estatal, ya que mientras los porcentajes de algunos estados del norte y del centro del país son considerablemente altos, los correspondientes a los estados del sur, caracterizados por sus altos niveles de población indígena, son muy bajos. Esta última población, representa un 10 por ciento del total de habitantes, la mayoría de los cuales viven en comunidades rurales y, muchas veces, aisladas. Si la sociedad mexicana fuera igualitaria, debería haber un 10 por ciento de estudiantes indígenas asistiendo a alguna IES, pero ello no es así. Una de las más recientes iniciativas del gobierno mexicano para enfrentar esta situación, ha sido la creación de las Universidades Interculturales, en aquellas comunidades con una población indígena considerable. Estas universidades tienen como objetivo principal la formación de profesionales e intelectuales comprometidos con el desarrollo de sus comunidades y regiones. En el centro de su misión académica está el estudio de sus respectivas culturas y lenguas. Este artículo examina la situación actual de este tipo de instituciones y analiza algunas de sus contribuciones al reconocimiento de las culturas indígenas y locales, así como su papel como instrumentos de justicia social