
Descapitalización educativa y segunda oleada de despoblación
Author(s) -
Miguel GonzálezLeonardo,
Antonio LópezGay,
Joaquı́n Recaño Valverde
Publication year - 2019
Publication title -
perspectives demogràfiques
Language(s) - Spanish
Resource type - Journals
ISSN - 2696-4228
DOI - 10.46710/ced.pd.esp.16
Subject(s) - humanities , political science , geography , art
Los desequilibrios territoriales entre comunidades autónomas españolas se traducen en la emigración de titulados universitarios de algunas regiones y en la concentración del capital humano cualificado en otras. El interior peninsular y la cornisa cantábrica, donde la intensidad de las salidas se agudiza con el cambio de siglo, se ven afectados por dinámicas de descapitalización educativa y por la emigración de jóvenes en las ciudades. La despoblación ya no es un fenómeno exclusivo del medio rural, sino que se extiende a los ámbitos urbanos de las comunidades autónomas secularmente expulsoras. Castilla y León es la región más afectada, con pérdidas migratorias anuales por movilidad de larga distancia -interregional y exteriordel -13,4‰ entre los jóvenes de las capitales de provincia, -9,25‰ en los restantes municipios urbanos y -9,63‰ en el medio rural. Al panorama migratorio deficitario, hay que añadir el elevado nivel de cualificación de los emigrantes: el 53,8% de los jóvenes que se marchan tienen estudios universitarios y solamente el 36,7% de los que llegan desde otras partes de España. Madrid se consolida como el principal receptor de talento, que aglutina el 38,7% de los movimientos migratorios interregionales de los jóvenes nacionales, y cuyos flujos de entrada presentan un alto nivel formativo, con un 64,8% de titulados universitarios. En este Perspectives Demogràfiques analizamos los movimientos migratorios de la población de 25 a 39 años nacida en España que traspasan algún límite autonómico entre 2013 y 2017: los flujos interregionales, el nivel educativo de estos intercambios y el balance migratorio según el ámbito territorial (urbano y rural). Para ello, utilizamos la Estadística de Variaciones Residenciales (EVR) y la Encuesta de Población Activa (EPA).