La profesionalización del periodismo católico decimonónico finisecular a través del caso Sevillano de El Correo de Andalucía

A finales del siglo XIX la Iglesia se ve obligada a modificar el uso que hasta el momento había hecho de sus canales de difusión tradicionales como consecuencia de la irrupción del impreso periodístico y su generalización en manos de la burguesía. Tras unos primeros momentos de reticencias, la apuesta por unas cabeceras ajustadas a los requerimientos de una prensa que tímidamente se va modernizando y se dirige informativamente a un público masivo, va a convertirse en trabajo de obligado cumplimiento en las diócesis sensibles a las nuevas pautas comunicativas refrendadas por la Santa Sede. Cambiar la estructura y los contenidos, profesionalizar la labor de los redactores o crear una agencia de noticias netamente católica, van a ser, entre otros, los retos apuntados para operar la mutación de estos boletines eclesiales en ejemplares de un periodismo moderno hecho por católicos para católicos. En este marco, Sevilla representa un modelo destacado al encontrarse en su archidiócesis uno de los máximos promotores de la renovación del periodismo católico en Andalucía, Marcelo Spínola, quien apostará a través de su diario El Correo de Andalucía y la Asamblea de la Buena Prensa por revolucionar los diarios precedentes y convertirlos en grandes rotativos nacionales con tiradas semejantes a los periódicos informativos de la época