
Fuerza excesiva, vigilancia policial coercitiva y criminalización de la disidencia. Reprimir la protesta de los jóvenes en la Gran Bretaña del siglo XXI
Author(s) -
Sarah Pickard
Publication year - 2019
Publication title -
revista internacional de sociología
Language(s) - Spanish
Resource type - Journals
SCImago Journal Rank - 0.225
H-Index - 17
eISSN - 1988-429X
pISSN - 0034-9712
DOI - 10.3989/ris.2019.77.4.19.002
Subject(s) - humanities , political science , cartography , geography , philosophy
Las acciones de protesta organizadas por los jóvenes, y en las que estos son protagonistas clave, son cada vez más numerosas y diversas. Este artículo constituye un estudio de caso detallado de la evolución de los métodos y los medios utilizados por la policía, y del marco legislativo relativo a estas protestas y a los jóvenes manifestantes en Gran Bretaña, basado en la sociología política, las ciencias políticas, la criminología y los estudios sobre la juventud. En primer lugar, el artículo describe las principales acciones de protesta en las que participaron los jóvenes de la Gran Bretaña del siglo XXI. A continuación, documenta la evolución de los instrumentos y métodos policiales. A continuación se explican los cambios en el marco legislativo. En este artículo afirmo que, a través de herramientas y métodos policiales de tipo militar, combinados con leyes autoritarias, los sucesivos gobiernos británicos han desarrollado una policía coercitiva, la vigilancia de los manifestantes y la criminalización de la disidencia. Esto va en contra del discurso oficial que afirma que ha habido un retorno a la actividad policial por consentimiento con mayor respeto de los derechos humanos y al diálogo tras las críticas de varios organismos oficiales. Así, en realidad, un Estado democrático ostensiblemente liberal está ejerciendo una fuerza y una coerción excesivas, como parte de un proceso de securización, en un intento de regular y reprimir las acciones de protesta de los jóvenes ciudadanos, interpretadas como una amenaza perturbadora para el statu quo político. De este modo, se está privando a los jóvenes ciudadanos de su derecho democrático y humano a protestar pacíficamente, con importantes implicaciones para Gran Bretaña y otros países.