La emancipación del pensamiento para el aprendizaje

En la educación no se debe obviar una dimensión medular, que es la emancipación del pensamiento para dejar a un lado aquellas muestras de conformismo y sumisión que por largos años han sido protagonistas en el quehacer educativo. En la actualidad, es preciso tomar en cuenta que, los seres humanos somos pensantes por naturaleza y las estrategias didácticas han de estar encaminadas a la creación de procesos transdisciplinarios para llegar a tener una visión totalizadora de los campos del saber. La emancipación es aquella característica de la filosofía que apuesta por una actitud reflexiva, crítica, propositiva e integradora, lo cual permite expresar tanto acuerdos como desacuerdos, a no quedarse en silencio y manifestar los puntos de vista que sean precisos, esto significa que se pueden llegar a tener panoramas mucho más enriquecedores de la dimensión compleja de la humanidad. De modo que, el destello emancipatorio en el aprendizaje permite tanto la libertad del pensamiento como la creatividad humana, pues con ello se pueden reinventar prácticas pedagógicas que posibiliten la generación y reconstrucción de nuevos planteamientos teórico-prácticos, partiendo de sólidos fundamentos epistémicos, sociológicos y filosóficos con el único propósito de fortalecer los pilares de la formación universitaria.