Educar con la música: fundamentos pedagógicos de la relación música-educación y aproximación a la formación y a las competencias del docente del ámbito musical desde la perspectiva mesoaxiológica de la pedagogía.

La Música, entendida como problema de Educación, da lugar a la triple distinción técnica en la disciplina formativa: música como problema de educación común, música como problema de educación específica y música como problema de educación especializada. Estas tres acepciones responden, desde la Pedagogía, al concepto de “educación con la música”: las dos primeras dan lugar a la expresión “educación por la música” y la tercera da lugar a la expresión “educación para la música”. Educar con la música significa que es posible generar en los educandos valores educativos comunes, específicos y especializados y desarrollar competencias básicas y profesionales y todas ellas tienen su punto de encuentro en la figura del docente, quien es responsable de la intervención pedagógica en la relación educativa que establece con cada educando. El docente que educa con el área de experiencia cultural ‘música’ debe dominar la música como contenido instructivo y formativo de la materia escolar que imparte al nivel suficiente para lograr los objetivos de instrucción dentro del sistema educativo, pero, además, debe poseer competencias para enseñar y competencias para educar, ya sea “por” la música o “para” la música. Conocer música no es lo mismo que enseñar música, ni es lo mismo que educar con la música. Por ello, la formación del docente que educa es cuestión singular y distinta, que requiere discurso argumentado y atención en la práctica desde su formación pedagógica (no solo formación didáctica). El presente trabajo se enmarca en la relación Música-Educación, desde la perspectiva de la educación. La educación musical es sustantivamente educación. La perspectiva mesoaxiológica de la Pedagogía (valorar y comprender como educativo cada medio usado en la intervención) exige revisar la educación musical como concepto de educación y como competencia de los profesores. Pues se trata de educar con la música, que es un valor educativo y permite adquirir valores educativos comunes, específicos y especializados y de adquirir competencias para educar “con” valores; en este caso, los que corresponden a la música como materia educativa.  Esta propuesta nace de una inquietud personal y profesional de la autora como musicóloga interesada en los problemas de la educación y con el objetivo de darle a la Educación el valor que merece, pues no basta con tener conocimiento especializado en música para educar.