Patrocinio o mecenazgo: una estrategia de la empresa en el desarrollo cultural

La cultura como principio digno de tutela, protección y fomento por parte de los Poderes Públicos es el signo determinante de la mayoría de los países desarrollados hasta el punto de ser recogida en los textos constitucionales -sobre todo tras la II Guerra Mundial- para garantizar dicho estatus. Puesto que de dicho elemento integrador e identificador deben disfrutar todos los ciudadanos, se hace necesaria en esta labor de promoción de la misma la intervención de todos los miembros de la sociedad en la que se proyecta, superando esquemas y posiciones ideológicas. Así la empresa a través de fórmulas como el mecenazgo y patrocinio cultural, ha conseguido superar como exclusivos los objetivos del puro beneficio mercantil y revirtiendo estos en la misma sociedad de la que forma parte, mejorando su imagen. A través de la experiencia se ha puesto de manifiesto que la fórmula de sistemas mixtos -Estado y particulares, en este caso empresas- en la participación del fomento de la cultura a través de mecanismos como el patrocinio y el mecenazgo, que a su vez se convierten en elementos de comunicación de empresa, favorecen el desarrollo de la cultura implicando a todos los miembros del grupo humano, permitiendo la identificación de éstos en el resultado.