El itinerario de una Universidad Católica

En este discurso, Benedicto XVI, con la sapiencia que lo caracteriza, delinea el itinerario que sigue el trabajo de una Universidad católica. Para ello, en primer lugar, recuerda las características de una comunidad católica académica, propuestas por su antecesor san Juan Pablo II.Luego, el Papa Emérito se concentra en la investigación, aquella que sostiene una confrontación estimulante entre fe y razón. Afirma el Papa que, a la luz de la revelación de Cristo, es posible conjugar fe y ciencia, e invita a los “pescadores de hombres” —es decir, personas de conciencia y bien preparadas— a poner su competencia profesional al servicio del bien. En conclusión, la Universidad católica está destinada a la gloria de Dios, y a la promoción espiritual y material de la humanidad.