
Diversidad e interculturalidad: el reto de la universidad peruana
Author(s) -
Félix Julca Guerrero
Publication year - 2017
Publication title -
aporte santiaguino
Language(s) - Spanish
Resource type - Journals
eISSN - 2616-9541
pISSN - 2070-836X
DOI - 10.32911/as.2015.v8.n1.238
Subject(s) - humanities , art
Desde el pasado y hasta hoy, el Perú se ha caracterizado por ser un país multilingüe y pluricultural. Esta realidad plural es el resultado de un largo proceso histórico que ha necesitado de muchos miles de años para constituirse en la fisonomía que hoy presenta, desde luego ha significado múltiples esfuerzos de invención y préstamo, de reciprocidades y de dominio del territorio y la naturaleza. Por ello, por ejemplo, los pueblos andinos, históricamente, han desarrollado sus propias formas de aprender y enseñar, una forma de educación basada, principalmente, en la observación y la práctica que parte de las raíces, de la sabiduría de los yachaq (sabios) y la cosmovisión andina. Así, en Áncash actualmente aún se habla el quechua junto al castellano; asimismo, muchos rasgos de la cultura andina aún siguen vigentes y siguen siendo practicados, no solamente en la zona rural andina, sino también en las ciudades, incluyendo la costa (Julca, 2010). Por consiguiente, la diversidad étnica, cultural y lingüística es lo que ha caracterizado y sigue caracterizando a los pueblos del Perú profundo, así como a las grandes urbes costeñas, andinas y amazónicas. A pesar de nuestra explícita diversidad étnica, cultural y lingüística, por mucho tiempo se intentó, primero, ignorar dicha pluralidad y, posteriormente, erradicarla por medio del sistema educativo. Pues, desde el surgimiento de la escuela, el modelo educativo latinoamericano en general y, peruano en particular, fue ideado para conformar una sociedad nacional única y uniforme. Por ello, la educación oficial peruana (desde la inicial hasta la superior universitaria) nunca dio cuenta ni quiso atender de una manera diferenciada la compleja realidad plural peruana, sino por el contrario, concebía a la diversidad como un «problema» para la construcción de una cultura nacional monolítica de corte hispano-occidental. Como consecuencia de ello, hasta ahora, la educación universitaria aún no responde ni cultural ni lingüísticamente a las particularidades de los más variados pueblos asentados en el territorio nacional tendiendo puentes entre lo tradicional y lo moderno, entre lo rural y lo urbano, entre el quechua y el castellano bajo los principios de la democracia intercultural.