
La acreditación de los programas académicos de Odontología en Colombia
Author(s) -
Judy Villavicencio
Publication year - 2017
Publication title -
revista estomatologia/revista estomatologâia/revista estomatología y salud
Language(s) - Spanish
Resource type - Journals
eISSN - 2248-7220
pISSN - 0121-3873
DOI - 10.25100/.v24i2.5484
Subject(s) - humanities , philosophy , political science
El Sistema Nacional de Acreditación, creado por la Ley 30 de 1992, busca que los programas académicos y las instituciones de educación superior que pertenecen a él, cumplan con los más altos requisitos de calidad y realicen los propósitos y objetivos que han declarado tener. Inició su actividad con la acreditación de programas académicos y se expandió hacia la acreditación institucional (1,2).
Los procesos de autoevaluación con fines de acreditación han estado ligados desde sus inicios, a la idea de autonomía y autorregulación, complementada con la exigencia de rendición de cuentas que se hace a la Educación Superior desde distintos sectores sociales.
Por tal motivo debe entenderse que la legitimidad del Sistema está fuertemente ligada con los propósitos de la comunidad académica misma y sus interacciones con la sociedad. Dicha legitimidad es el resultado de una larga deliberación en la que se han venido logrando consensos alrededor de los puntos centrales del sistema; el modelo y sus fases, el concepto de calidad, los factores y características, la metodología para la autoevaluación, la evaluación por pares, etc. La evaluación externa se entiende como un complemento a estos procesos y, por lo tanto los actos de acreditación expresan fundamentalmente la capacidad de autorregulación de los programas académicos y de las instituciones de educación superior (3, 4).
En Colombia, el proceso de acreditación no surge en el marco de la inspección y la vigilancia del estado como sucede en otros países (5-8), sino en el de fomento, reconocimiento y mejoramiento continuo de la calidad. De hecho, hoy se reconoce que la principal y más efectiva inversión realizada en el contexto de la acreditación, no es propiamente la implantación del modelo mismo y de sus procesos evaluativos, sino la inversión en la aplicación de planes de mejoramiento institucional y de programas que han diseñado como requisito para su entrada en el sistema (9-10).