LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

La globalización, y todo lo que ésta implica, ha generado gran cantidad de cambios en las formas de ser, pensar y actuar de las personas y las organizaciones. En la actualidad, el conocimiento proporciona el valor agregado, sin embargo debe acompañarse por una serie de actitudes que permitan actuar de forma responsable y comprometida. La principal fuente de conocimientos y actitudes es la educación. De ahí que, en los últimos años, los esfuerzos en materia educativa han sido encaminados a mejorar la calidad de la misma en todos sus niveles. A nivel Proceso Enseñanza Aprendizaje (PEA), la calidad se logra cuando: la educación es completa, cumple los objetivos que se plantea y existe coherencia entre los elementos que la conforman, dando respuesta a las demandas de la comunidad en que se lleva a cabo. A nivel nacional, se alcanza la calidad cuando: se logran los objetivos planteados por el sistema, se satisfacen las necesidades de la sociedad, hay igualdad de oportunidades entre los diferentes sectores de la población, se emplean convenientemente los recursos y existe una adecuada administración de políticas; de este modo se promueve el desarrollo económico, político y social de la nación. Por su parte, el nivel internacional señala que la educación es de calidad cuando: el alumno aprende a aprender, desarrolla competencias, es capaz de relacionarse con otros y desarrolla su propia personalidad. Contar con una educación de calidad uniforme en todas las naciones, genera un desarrollo equitativo a nivel mundial. La calidad en todos los niveles es un proceso compuesto por varios pasos: diagnóstico, planeación, implementación y análisis de evidencias. Es un proceso cíclico; cada evidencia representa un nuevo diagnóstico. La calidad sugiere un proceso de mejora continua; nunca se alcanza la calidad total.