
Los internados del miedo: cuando la realidad supera la ficción
Author(s) -
Mónica Gruber
Publication year - 2021
Publication title -
cuadernos del centro de estudios en diseño y comunicación. ensayos
Language(s) - Spanish
Resource type - Journals
eISSN - 1853-3523
pISSN - 1668-0227
DOI - 10.18682/cdc.vi138.5079
Subject(s) - humanities , art
Los periodistas Montse Armengou y Ricard Belis realizaron el documental Los niños perdidos del franquismo (Els nens perduts del franquisme, 2002) para la cadena TV3 de Televisio de Catalunya, España. El material fílmico resumía solo una parte de lo que volcarían luego en un libro homónimo. Finalizada la pesquisa, las denuncias seguían llegando. Las víctimas querían que alguien las escuchase. Tal como señala Belis, no importaba que no existiesen documentos probatorios ya que las denuncias sobraban y había que atenderlas. De ese modo, los realizadores encaminaron sus pasos hacia un ignoto episodio del pasado español. Los internados del miedo tranquilamente podría ser el título de una película de terror, pero no lo es, ya que la realidad, supera la ficción. Los internados del miedo (Els internats de la por, 2015) de Montse Armengou y Ricard Belis recoge el testimonio de las víctimas de vejaciones, privaciones y hasta de experimentos médicos en los internados para niños de la época franquista. Hospitales Psiquiátricos, Preventorios, Casa Cuna e Internados escribieron las páginas más deleznables de la historia española, en las que la tortura, la violación, el trabajo esclavo de menores y la venta de niños, formaron parte. Nos proponemos abordar este material documental para ayudar a restituir la voz y la identidad de las víctimas silenciadas. ¿Puede haber sido la pobreza una de las causas de su situación? ¿Qué sucedió con los hijos de madres solteras? ¿Y aquellos cuyos padres eran reconocidamente antifranquistas? Estas y otras preguntas orientarán nuestra búsqueda. Trataremos de establecer cuáles pudieron ser algunas de las causas que colocaron a estos menores en una situación de mayor vulnerabilidad, convirtiéndolos en blanco fácil de dichas prácticas. No debemos perder de vista que, el Estado, la Iglesia y algunas empresas en flagrante connivencia fueron los ejecutores de un macabro y sistemático programa.