
Con nombre de flor Una interpelación a la narrativa documental hegemónica
Author(s) -
Carina Sama
Publication year - 2020
Publication title -
cuadernos del centro de estudios en diseño y comunicación. ensayos
Language(s) - Spanish
Resource type - Journals
eISSN - 1853-3523
pISSN - 1668-0227
DOI - 10.18682/cdc.vi117.4280
Subject(s) - humanities , art , philosophy
¿Pueden filmarse normativamente cuerpos disidentes? Malva tuvo que morir para que no la domesticáramos con la cámara. El estudio del lenguaje corporal expresado por una travesti de 95 años durante las entrevistas de investigación para la realización de un documental sobre su vida, provocaron un cambio de paradigma en el lenguaje audiovisual usado. La lucida pensadora trans, Marlene Wayar encuentra una palabra que conjuga esa incomodidad, el escorzo. Con nombre de flor, es una franja de la historia invisibilizada de la Argentina y de la indagación de un dispositivo acorde desde la narrativa audiovisual. La definición de Escorzar según la RAE es “Representar, acortándolas según las normas de la perspectiva, las imágenes que se extienden en sentido perpendicular u oblicuo al plano del papel sobre el que se pinta [o se dibuja].” Otras dicen “Es una deformación del objeto representado alterando sus proporciones provocada por el cambio de perspectiva”. Marlene Wayar reflexiona: “Es una categoría, una forma de posicionarse. Como representar esa realidad, lo que viene hacia el ojo del espectador. [Ciertos modos de representación] en el arte universal está realizado perpendicular al piso, la figura humana sobre todo, está en una superficie horizontal presentada en vertical. Lo que el escorzo hace es presentarlo de manera paralela a la línea del suelo. Un brazo extendido hacia quienes están mirando es un escorzo y es más difícil de comprender si no fuera porque tenemos incorporada la noción y experiencia de la perspectiva. Quienes salen de la norma heteropatriarcal tienen desde niñes que aprender a traducir un mundo que habla de una única manera por todas las vías. Quienes salen de la norma observan, miran, escuchan, palpan el mundo de manera mucho más compleja y tienen que traducir esa complejidad y/o riqueza a la simplicidad hombre-mujer, papá-mamá, Pero hay otros universos posibles y otros diálogos fuera de lo aprendido. Quienes salen de la norma aprenden a preservarse, a conservar esa mirada y esa pose”