
Calidad de vida de los pacientes con inmunodeficiencias primarias de anticuerpos
Author(s) -
Rodolfo Muriel-Vizcaíno,
Gabriela Treviño-Garza,
Chiharu Murata,
Aidé Tamara StainesBoone,
Marco Antonio YamazakiNakashimada,
Sara Espinosa-Padilla,
Francisco Espinosa-Rosales
Publication year - 2016
Publication title -
acta pediátrica de méxico/acta pediátrica de méxico
Language(s) - Spanish
Resource type - Journals
SCImago Journal Rank - 0.108
H-Index - 5
eISSN - 2395-8235
pISSN - 0186-2391
DOI - 10.18233/apm37no1pp17-25
Subject(s) - medicine , humanities , philosophy
Las inmunodeficiencias primarias son enfermedades genéticas caracterizadas, en la mayoría de los casos, por la predisposición del individuo afectado a infecciones recurrentes o graves con afectación de su calidad de vida. Las más frecuentes son las de defectos en la producción de anticuerpos. Cuando no se hace un diagnóstico y tratamiento oportunos puede ocurrir daño permanente a órganos blanco afectando aún más la calidad de vida. Objetivo: evaluar la calidad de vida de los pacientes con inmunodeficiencias primarias por defectos en la producción de anticuerpos y compararla con la de controles sanos. Material y métodos: estudio transversal analítico mediante la aplicación del instrumento “Pediatric Quality of Life Inventory” (Peds- QL) en su versión validada en español mexicano. La diferencia del puntaje de PedsQL entre niños con inmunodeficiencias primarias y controles sanos se determinó por la prueba de t de Student. El efecto del retraso en el diagnóstico fue evaluado por el modelo de análisis de covarianza. Se incluyeron 28 pacientes. La mediana de edad fue 5 años y 5 meses. Resultados: el promedio de edad al diagnóstico fue de 6 años con 3 meses. La mediana de retraso diagnóstico fue de 3 años 3 meses. El promedio de calidad de vida en los pacientes fue de 74.1 (DE ± 13.8) y de 83.3 (DE ± 10.1) para los controles (p = 0.005). La relación entre calidad de vida, retraso diagnóstico y presencia de complicaciones se analizó mediante un modelo lineal que fue marginalmente significativo (p = 0.056). Se encontró correlación negativa entre concentraciones de IgG en el último año y la calidad de vida. Se observó que, en los pacientes que presentaban bronquiectasias, conforme aumentan los años de retraso en el diagnóstico la calidad de vida disminuye de forma significativa (p = 0.007). Conclusiones: consideramos necesario evaluar la calidad de vida para conocer el estado de salud de los pacientes con inmunodeficiencias primarias y para su seguimiento durante el tratamiento con el objeto de incidir no sólo en la reducción del número de infecciones, hospitalizaciones y complicaciones, sino también en la mejoría de su calidad de vida. Deberá diseñarse un instrumento específico para evaluar la calidad de vida de los pacientes con inmunodeficiencias primarias.