TÓXICOS EN LA ADOLESCENCIA, ABSENTISMO Y AISLAMIENTO SOCIAL: A PROPÓSITO DE UN CASO

El abuso de sustancias está relacionado con un incremento de la mortalidad y morbilidad, con importante repercusión en la salud física y mental. La gravedad se ve incrementada cuando el inicio de consumo comienza en la adolescencia y sus consecuencias se extienden al ámbito familiar y a la escolarización. Se expone un caso clínico de un adolescente de 13 años, sin antecedentes relevantes médicos ni psiquiátricos, que inicia el seguimiento en la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil por clínica depresiva y absentismo escolar del que estaban alertados los servicios sociales. Durante el seguimiento el paciente señala un consumo concomitante de alcohol, tabaco, cannabis, cocaína y MDMA de un año de evolución. El cuadro clínico consistía en hipotimia, con un ánimo escasamente reactivo, intensa ansiedad psíquica, aislamiento social, apatoabulia y anhedonia, así como alteración en los biorritmos. Tras el progresivo agravamiento clínico con la aparición de restricción alimentaria, potomanía, exceso de ejercicio físico y la sospecha de incumplimiento terapéutico, así como de baja adherencia al recurso asistencial, se decide realizar un abordaje multidisciplinar e integral. Se instaura tratamiento antidepresivo y antipsicótico, se trabaja en coordinación con el colegio y se realiza un abordaje familiar, así como controles de tóxicos en orina. El abordaje de la patología dual resulta especialmente complejo en el caso de los adolescentes tanto por la posible evolución clínica desfavorable como por la repercusión a todo su entorno, especialmente familiar y escolar. Es preciso realizar un trabajo multidisciplinar coordinado que incluya de forma activa especialmente a la familia y al centro de estudios del adolescente de manera que sea posible abordar de forma precoz y eficaz al adolescente y a toda la problemática que le rodea buscando una prevención de recaídas en el futuro.