“EL ‘LEÓN DE JUDÁ’: ENTENDIENDO GÉNESIS 48:9-14”

La bendición dada a Judá como parte del testamento de Jacob contiene varios rasgos destacados que son analizados e interpretados en este estudio. Resulta evidente que Judá recibe la bendición de la primogenitura sin ser primer hijo de Jacob y esto a su vez destaca dos rasgos del estatus del primogénito en Israel: primero, la distinción y el privilegio de ser el primogénito en Israel, con sus respectivas bendiciones; y segundo, su vínculo innegable con el primogénito por excelencia, el Mesías. Jacob no escatima expresiones ni terminología para referirse a su escogido primogénito e igualmente, al que él representa concediéndole fertilidad, superioridad y dominio tanto sobre sus hermanos como sobre las naciones. Pero lo que más destaca la bendición en la descendencia de Judá es el venidero rey mesiánico Shiloh que regirá su reino con justicia y paz, y que además será duradero y justo. El vínculo mesiánico posterior que todos los demás profetas hacen con esta bendición, es por demás evidente, pues al señalar al rey aquí descrito con su consiguiente reinado, todos lo caracterizan apropiadamente con el gobernante mesiánico venidero que Jacob singular y apropiadamente denomina el “León de Judá”.