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El líder cristiano, no nace ni se hace: Dios lo hace
Author(s) -
Raúl Gómez Méjico
Publication year - 2019
Publication title -
apuntes universitarios
Language(s) - Spanish
Resource type - Journals
eISSN - 2304-0335
pISSN - 2225-7136
DOI - 10.17162/au.v4i2.63
Subject(s) - humanities , philosophy , art
El mayor problema es el concepto equivocado que se tiene de lo que significa ser un “líder cristiano”. En el ámbito eclesiástico, se considera que todos los que reciben una responsabilidad o un cargo en la iglesia ya son líderes. El nombramiento, el cargo o responsabilidad que la iglesia nos concede, de ningún modo nos hace líderes. Este error se ve con mucha frecuencia especialmente cuando se nombra a los administradores de una institución o campo local, como es el caso de las misiones. Viene a mi memoria cuando me comunicaron que la junta de la Iglesia Adventista del Perú, en ese tiempo: Unión Incaica (Perú, Ecuador y Bolivia), en diciembre de 1969, me había nombrado como presidente de la Misión Peruana del Norte (Iglesias adventistas del norte peruano). Tenía siete años de ministerio, de los cuales, uno apenas de pastor ordenado, nunca fui departamental. En ese momento estaba trabajando en mi tercer distrito misionero en Huancayo, con 15 iglesias y 20 grupos organizados. Yo me pregunté: ¿Qué voy hacer ahora como presidente? Con toda sinceridad no sabía dónde y cómo empezar a “liderar” esa Misión. Pensé que mi presidente sería la personaindicada para orientarme, por lo tanto, la primera cosa que hice antes de ir a tomar el cargo, fue ir donde él con la pregunta: ¿Qué hace un presidente? – Él me respondió: “Raúl, yo mismo ni sé qué estoy haciendo aquí”.