Apología de los parques: ciudad y desencanto

En medio de la ciudad, el parque constituye siempre un referente vital cuando se trata de defender la idea de un “pulmón” natural, un respiradero, lugar de reunión, sitio de encuentro, de charla, de eventos culturales, de flora y fauna, de descanso. Por ello, en este texto se plantea el hecho de que el parque merece el reconocimiento, el homenaje que, en su condición de sitio aislado y al mismo tiempo, de paso y visita obligada, representa para los pueblos y las comunidades en general. Es espacio de distracción y reflexión, de tertulia al cual acuden las diferentes clases sociales, los triunfadores y los derrotados, los visitantes y los nativos, los ocasionales y los referentes sociales. Un micro universo donde la cháchara y el Humanismo tejen y destejen diálogos de manera permanente. Es más que un espacio referencial en los pueblos: es el encuentro de los discursos, del arte, de lo humano…de la vida.