El psicoanalisis

Un desacertado y lamentable exclusivismo había impedido tomar carta de ciudadanía como ciencia a la psiquiatría del siglo pasado. De una parte, tratándose de las neurosis, que siendo más o menos reconocidas como productos de la actividad psicológica, no se buscaba su porqué, su coherencia, su causalidad, en su propia esfera, como se hace en la ciencia con todo género de fenómenos, sino que se las consideraba como faltas de todo significado psicológico. El problema se había resuelto por la negativa, o mejor dicho, se daba por no existente. Los síntomas de la histeria no eran en esa época pre científica más que el fruto de una imaginación incongruente. De otra parte, respecto a la psicosis, el entusiasmo que despertaran las hazañas del método anatomopatológico, sobre todo con el descubrimiento de ciertas localizaciones cerebrales, fue causa de que, sin mayor examen, se aceptase la concepción somatógena como única vía posible en el estudio de las psicosis. El tiempo se ha encargado de demostrar su esterilidad. Mal podía, en efecto, deducirse la fórmula científica de fenómenos que perteneciendo a la escala psicopatológica, se evaluaban en la escala cerebropática.