
Venir al mundo-de-la-vida
Author(s) -
Aníbal Fornari
Publication year - 2018
Publication title -
tópicos
Language(s) - Spanish
Resource type - Journals
SCImago Journal Rank - 0.101
H-Index - 2
eISSN - 1668-723X
pISSN - 1666-485X
DOI - 10.14409/topicos.v0i16.7494
Subject(s) - humanities , philosophy , physics
El artículo reflexiona, 1) a modo de introducción, sobre la dimensión ontològica del acontecimiento, desde una fenomenología del nacimiento, como clave para una ampliación metodológica y temática del ejercicio de la razón. El conjunto de este artículo transita, para ello, principalmente a través del pensamiento Claude Romano, retomando también puntuales acotaciones de Paul Ricoeur y Romano Guardini. 2) Trata luego la diferencia y la relación entre “hecho” y “acontecimiento”, analizando brevemente la anticipación del tema en instancias decisivas de la tradición filosófica, donde la competencia de la razón es exaltada (Aristóteles y Husserl). 3) Puesto que nacer desde y para el acontecimiento concierne propiamente sólo al yo, se indaga sobre el significado conceptual riguroso e intransferible correspondiente a la palabra “yo”, partir de la experiencia de sí: trascendental y existencial. 4) El acontecimiento, inherente a toda la dinámica humana, abre de punta a punta la finitud y, como tal, es transgresión de la totalización de la existencia en la finitud (Heidegger); esto deriva en la correlación entre acontecimiento, transfiguración del mundo y excepcionalidad del yo, como adveniente. 5) La mutua implicación entre ontologia del nacimiento, ampliación de la razón y expansión de la libertad conduce, finalmente, a reflexionar sobre el enigma de la ipseidad imposible desde la mismidad y sólo eventual desde la alteridad. El vínculo entre alteridad y nacimiento plantea la relación, en el venido-al-mundo, entre la historia y su historia. Nacer y existir en la dimensión ontológica del acontecimiento es exceder todo poder de apropiación, propia y de otros. Referido a la alteridad del pasado inmemorial e inapropiable, el nacimiento abre el adveniente a un porvenir más adelante que todo proyecto y, así, desfonda también el porvenir, al que no se puede poner límite porque está en régimen de acontecimiento.