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Biological Delineation of Terrestrial Buffer Zones for Pond‐Breeding Salamanders
Author(s) -
Semlitsch Raymond D.
Publication year - 1998
Publication title -
conservation biology
Language(s) - Spanish
Resource type - Journals
SCImago Journal Rank - 2.2
H-Index - 222
eISSN - 1523-1739
pISSN - 0888-8892
DOI - 10.1046/j.1523-1739.1998.97274.x
Subject(s) - habitat , wetland , ecology , population , aquatic ecosystem , terrestrial ecosystem , environmental science , biology , geography , ecosystem , sociology , demography
Many semi‐aquatic organisms, such as salamanders, depend on both aquatic and terrestrial habitats to complete their life cycle and maintain viable populations. But current U.S. federal and state regulations protect only the wetland itself or arbitrarily defined portions of terrestrial habitat, if any. Part of the reason terrestrial habitats adjacent to wetlands are not protected is the lack of a clear understanding of the distances from shorelines that are biologically relevant to wetland fauna. Such information is critical for delineation of terrestrial “buffer zones” for wetlands, and thus for the conservation of semi‐aquatic organisms. I summarized data from the literature on terrestrial habitat use by one group of pond‐breeding salamanders, especially distances individuals traveled away from ponds. The results provide a basis for setting terrestrial buffer zones determined from actual habitat use by adult and juvenile salamanders. The mean distance salamanders were found from the edge of aquatic habitats was 125.3 m for adults of six species and 69.6 m for juveniles of two of these species. Assuming that the mean distance encompasses 50% of the population, a buffer zone encompassing 95% of the population would extend 164.3 m (534 ft) from a wetland’s edge into the terrestrial habitat. Data from other amphibians suggest that this buffer zone is applicable to a range of species, but caution should be taken for taxa suspected to be more vagile. Wetland managers and policymakers must recognize the special needs of semi‐aquatic organisms during their entire life cycle, not just during the breeding season. To maintain viable populations and communities of salamanders, attention must be directed to the terrestrial areas peripheral to all wetlands. Data on habitat use from salamanders and other semi‐aquatic species make it increasingly apparent that maintaining the connection between wetlands and terrestrial habitats will be necessary to preserve the remaining biodiversity of our vanishing wetlands. 
Delineación Biológica de Zonas Terrestres de Amortiguamiento para Salamandras con Reproducción en Charcas
 Muchos organismos semi‐acuáticos, como son las salamandras, dependen tanto de hábitats acuáticos como terrestres para completar su ciclo de vida y mantener poblaciones viables. Sin embargo, las actuales regulaciones federales y estatales en los Estados Unidos protegen unicamente a los humedales o a porciones de hábitat terrestres (de ser posible). Parte de las razones por las cuales los hábitates terrestres adyacentes a humedales no son protegidos se debe a la carencia de un claro entendimiento de las distancias biológicamente relevantes partiendo de los bordes y que son utilizados por la fuana del humedal. Esta información es crítica para delinear zonas terrestres de “amortiguamiento” para humedales, y en consecuencia para la conservación de organismos semi‐acuáticos. Resumo datos de la literatura sobre el uso de hábitat terrestre por un grupo de salamandras con reproducción en charcas, especialmente de distancias individuales viajadas hacia afuera de las charcas. Los resultados proveen las bases para establecer zonas terrestres de amortiguamiento determinadas a partir del uso actual del hábitat por salamandras adultas y juveniles. La distancia media a partir del borde de los hábitats acuáticos en la cual las salamandras fueron encontradas fue de 125.3 m para adultos de seis especies y de 69.6 m para juveniles de dos de estas especies. Asumiendo que la distancia media abarca un 50% de la población, una zona de amortiguamiento que abarque 95% de la población podría extenderse hasta los 164.3 m (534 pies) partiendo del borde del humedal hacia el hábitat terrestre. Datos de ostros anfibios sugieren que esta zona de amortiguamiento es aplicable para un rango de especies, pero se deben tomar precauciones para taxes de los que se sospecha se desplazan mas. Manejadores de humedales y estructuradores de políticas deben reconocer las necesidades especiales de organismos semi‐acuáticos a lo largo de su ciclo de vida completo, no solo durante la temporada de reproducción. Se debe dirijir especial atención a las áreas terrestres periféricas a todos los humedales para mantener poblaciones viables y comunidades de salamandras. Datos de uso del hábitat por salamandras y otras especies semi‐acuáticas hacen mas aparente la necesidad de mantener la conección entre humedales y hábitats terrestres para conservar la biodiversidad que aún queda en nuestros humedales en desaparición.

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