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www.sochinf.cl 7 En el contexto Latinoamericano Chile se ha ganado un prestigio que lo distingue cómo un país con instituciones confiables, bajo nivel de corrupción, estabilidad macroeconómica, con avances sociales, y niveles de educación y salud más que aceptables. Por cierto con amplios espacios de perfeccionamiento en todas las áreas, aún bastante lejos de países más desarrollados, y con brechas e inequidades aún irritantes; a pesar de lo cual, el reconocimiento internacional es bastante unánime. Este reconocimiento se extiende a las Instituciones de Educación Superior, específicamente a las Universidades de Investigación, y dentro de ellas las más destacadas, la Universidad de Chile, Pontificia Universidad Católica, Universidad de Concepción y la Universidad de Santiago de Chile, las cuales se ubican en el lugar 10, 14, 28 y 58 respectivamente en el ranking Scimago Latino Americano, basado en su productividad científica. Estas Instituciones y sus ecosistemas de investigación, instalan a Chile en el mapa de la “generación de conocimiento”. También hay bastante consenso en que una sociedad que “genera” conocimiento se desarrolla más y mejor que aquella que sólo “importa” conocimiento. En el proceso de generación, sustentada fundamentalmente en la investigación de calidad, no sólo progresa quien lo desarrolla, no sólo se obtienen productos intelectuales, aplicaciones, y/o procesos específicos, sino que crecen y se desarrollan todos aquellos que directa e indirectamente participan del proceso, del ecosistema. Este es quizás el motivo central del por qué un país debe desarrollar investigación, en todos sus ámbitos, y en el máximo de las instituciones posibles, en la medida que tengan las capacidades para ello. En el mundo, y en Chile, las líneas de investigación que lideran por lejos la productividad son las relacionadas con ciencias de la vida, y dentro de ellas la investigación en Medicina. A manera de ejemplo, en el concurso Fondecyt Regular del año 2013, los 67 proyectos aprobados en el área de Medicina representan el 10,6% del total aprobado, seguido de Química con 8,6%. En conjunto con los proyectos de las áreas de las biologías (no todas relacionadas con bíomedicina), suman cerca del 25% del total de proyectos aprobados, y el 38% del total de recursos asignados. En Medicina, el desarrollo de investigación requerida para generar nuevo conocimiento adquiere características que le son propias y que la hacen más compleja, más lenta, Investigación médica en Chile a la luz de la nueva legislación