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“En estos momentos hay 249 anestesiólogos en formación en el país: 91 en primer año, 79 en segundo año y 78 en tercer año. Ellos se distribuyen en 13 programas de post título universitarios y un programa no universitario”. Al comenzar a redactar este artículo escribí este primer párrafo que de acuerdo a la información con que contaba, resumía la realidad gruesa de la formación de anestesistas en Chile y me permitía desarrollar el tema a partir de cifras que probablemente muy pocos conocen. Sin embargo, mi información era incompleta, el aumento explosivo de programas de post título en anestesiología incluía dos más que yo no tenía considerados. Por tanto, dicho párrafo ahora debe señalar: “En estos momentos hay 256 anestesiólogos en formación en el país: 98 en primer año, 80 en segundo año y 78 en tercer año. Ellos se distribuyen en 15 programas de post título universitario y un programa no universitario”. Al darme cuenta de este inesperado aumento de becados y de programas, no pude evitar recordar la película “Los gremlins”, en que unas criaturas se reproducen sin control al ponerse en contacto con el agua. Más aún, fui a Wikipedia y en relación a esta película encontré la siguiente frase: “La historia es narrada, en forma de cuento con moraleja, por el padre de un adolescente al que regalan por navidad una extraña mascota llamada Gizmo. La criatura pertenece a una especie animal que bajo determinadas circunstancias se transforma en un pequeño monstruo muy destructivo. Por lo tanto, la mascota exige de su cuidador una gran responsabilidad, moraleja final de la historia”. Como la alusión a esta película pudiera parecer algo peyorativa, me preocupa dejar en claro que yo no tengo una posición contraria a la creación de nuevos programas de formación de anestesiólogos. Creo que son necesarios, así como es necesario que los “antiguos” programas potencien su capacidad formativa, a la luz del agudo déficit de especialistas que aflige a prácticamente todos los hospitales públicos y a muchas clínicas privadas del país. Sin embargo, eso no obsta el que la creación de estos nuevos programas debe ser programada con una importante cuota de responsabilidad. En tal sentido, me parece que intentar mantener el statu quo desconociendo la necesidad de formar más anestesistas, es tan peligroso para la especialidad como iniciar una formación indiscriminada y de dudosa calidad. Por lo mismo, me parece que no existe posibilidad de proyectar responsablemente la formación de anestesistas sin conocer las cifras reales que mueven el desafío. Dentro de ellas, existe una excesivamente manoseada: el déficit real de anestesistas en el país. En los últimos años hemos escuchado al menos 5 cifras distintas de déficit de anestesistas, planteadas por diferentes instituciones, cosa que no hace FormACIón DE AnESTESISTAS En ChILE Cómo hA EVoLuCIonADo LA FormACIón En nuESTrA ESPECIALIDAD En LoS úLTImoS 40 AñoS

FORMACIÓN DE ANESTESISTAS EN CHILE. Cómo ha evolucionado la formación en nuestra especialidad en los últimos 40 años